Recharte Corrales
María Angélica Recharte Corrales, mujer de admirable finura espiritual, sensibilidad social, compromiso apostólico misionero y clara inteligencia, nace en
Lima-Perú, el 2 de Octubre de 1874.
Su madre le enseñó desde niña a conocer, amar y seguir a Jesucristo y amar a su Santa Madre, María. Experiencia fundante que le permitió abrir su corazón a Cristo Resucitado presente en la Eucaristía, convirtiéndose como María en la fiel discípula de su Señor,
Apenas concluyó sus estudios, se inició como maestra y catequista en, San Mateo – Huarochirí.
Angélica reconocerá esta experiencia como el lugar de la revelación de Dios en su vida, que la llevó para hablarle al corazón”, en la soledad y el silencio de la “fría sierra”, en el contacto cercano con la naturaleza y la gente sencilla y pobre de ese pueblo, preparándola para la futura misión.
Después de dos años y medio, por motivos de salud regresó a Lima, en momentos que se convocaba un concurso público para la dirección de la Escuela Municipal de Mujeres de Chorrillos. Se presentó al concurso, animada por familiares y amigos del cual logró salir ganadora.
Nombrada directora en 1894, asume el cargo cuando apenas tenía 19 años, manteniéndose en el, 29 años; al cabo de los cuales fue injustamente cesada, generándose una protesta general del pueblo chorrillano.
Su vocación de educadora y misionera, la hizo responder a la invitación del sacerdote diocesano Vicente Vidal y Uría, para fundar el Centro de Catequesis en el templo Buen Pastor, de Chorrillos el 6 de enero de 1906.
Para esta misión, reúne un grupo de señoritas, conformando, con ellas, una verdadera comunidad de amigas y compañeras al servicio de la educación de la fe, ampliando después su acción social a favor de otras necesidades, entre ellas, la niñez desamparada.
Viendo los frutos que de la obra se lograba, sus amigos y amigas, muchos de ellos religiosos y religiosos, le aconsejaron que para lograr las gracias necesarias y su continuidad en el tiempo, era importante que se constituyeran en Congregación Religiosa aprobada por la Iglesia.
Angélica interpreta las sugerencias como expresión de la voluntad de Dios. Luego de sendas gestiones, la iniciativa fue acogida por el entonces, arzobispo de Lima, Monseñor Pedro Pascual Farfán. Y, el 16 de julio de 1 936, en ceremonia privada, a cargo del Padre Vicente Vidal y Uría, tiene lugar la vestición del hábito religioso de las 9 primeras hermanas de la naciente congregación.
Con el correr del tiempo la congregación va extendiendo su apostólica misión a otras parroquias de Lima y provincias. La anhelada aprobación eclesiástica se hizo realidad, el 11 de febrero de 1953.
Y, a sus 84 años Dios la invitó entrar en el “gozo de su Señor”, el 28 de setiembre de 1957. Chorrillos lloró su partida y se hizo presente a través de sus autoridades, ex alumnos y ex alumnas del catecismo y de la escuela, que ella dirigió con amor y entrega total
Apenas concluyó sus estudios, se inició como maestra y catequista en, San Mateo – Huarochirí.
Angélica reconocerá esta experiencia como el lugar de la revelación de Dios en su vida, que la llevó para hablarle al corazón”, en la soledad y el silencio de la “fría sierra”, en el contacto cercano con la naturaleza y la gente sencilla y pobre de ese pueblo, preparándola para la futura misión.
Después de dos años y medio, por motivos de salud regresó a Lima, en momentos que se convocaba un concurso público para la dirección de la Escuela Municipal de Mujeres de Chorrillos. Se presentó al concurso, animada por familiares y amigos del cual logró salir ganadora.
Nombrada directora en 1894, asume el cargo cuando apenas tenía 19 años, manteniéndose en el, 29 años; al cabo de los cuales fue injustamente cesada, generándose una protesta general del pueblo chorrillano.
Su vocación de educadora y misionera, la hizo responder a la invitación del sacerdote diocesano Vicente Vidal y Uría, para fundar el Centro de Catequesis en el templo Buen Pastor, de Chorrillos el 6 de enero de 1906.
Para esta misión, reúne un grupo de señoritas, conformando, con ellas, una verdadera comunidad de amigas y compañeras al servicio de la educación de la fe, ampliando después su acción social a favor de otras necesidades, entre ellas, la niñez desamparada.
Viendo los frutos que de la obra se lograba, sus amigos y amigas, muchos de ellos religiosos y religiosos, le aconsejaron que para lograr las gracias necesarias y su continuidad en el tiempo, era importante que se constituyeran en Congregación Religiosa aprobada por la Iglesia.
Angélica interpreta las sugerencias como expresión de la voluntad de Dios. Luego de sendas gestiones, la iniciativa fue acogida por el entonces, arzobispo de Lima, Monseñor Pedro Pascual Farfán. Y, el 16 de julio de 1 936, en ceremonia privada, a cargo del Padre Vicente Vidal y Uría, tiene lugar la vestición del hábito religioso de las 9 primeras hermanas de la naciente congregación.
Con el correr del tiempo la congregación va extendiendo su apostólica misión a otras parroquias de Lima y provincias. La anhelada aprobación eclesiástica se hizo realidad, el 11 de febrero de 1953.
Y, a sus 84 años Dios la invitó entrar en el “gozo de su Señor”, el 28 de setiembre de 1957. Chorrillos lloró su partida y se hizo presente a través de sus autoridades, ex alumnos y ex alumnas del catecismo y de la escuela, que ella dirigió con amor y entrega total